Tuesday, November 18, 2008

Martes 18 de Noviembre

Evangelio: Mt 25, 31-46

El Juicio final

31 Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso.

32 Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, 33 y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a la izquierda.

34 Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: "Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, 35 porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; 36 desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver".

37 Los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos habriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber?

38 ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos?

39 ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?".

40 Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo".

41 Luego dirá a los de la izquierda: "Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, 42 porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; 43 estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron".

44 Estos, a su vez, le preguntarán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?".

45 Y él les responderá: "Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo".

46 Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna".


Reflexión evangélica
  • Caridad y justicia; dos virtudes que reconoce y agradece el Señor y que toma como medida de valoración para los hombres.
  • Nos juzgará por nuestra atención y reconocimiento de los más débiles; de nuestro reconocimiento y valoración por los otros.
  • Evangelio de cara al hombre y a los hombres.
  • Ninguno de los dos grupos descubren a Cristo en el necesitado; ni el justo ni los otros.
  • El juicio no es por lo que haga yo de malo, sino por lo que no haga de bueno. La pregunta es cuánto he dejado de hacer, cuántas cosas buenas no hice o dejé de hacer.
  • En la lógica de estas tres partes: jóvenes previsoras y las descuidadas (el cargarse de la gracia y que nos ilumina); si ya tienes esa gracias potencia tus talentos, pon a trabajar lo que has recibido; si no pusiste andar tus talentos, la gracia y no los pusiste a trabajar para ayudar a los demás la consecuencia es terrible.
  • Este Evangelio de ayudar a los demás se termina materializando más es en misiones. Donde se puede curar la sed de Dios; pienso en la dificultad de atender a los jóvenes porque no están y no cumplimos con el ir a buscarlos a donde se reúnen.
  • A veces mejor damos a la caridad organizada -por los engaños- y se queda con la sensación de nada más haber dado dinero. El mundo de hoy nos pone en una encrucijada y en ocasiones pensamos "si ya con mi trabajo doy empleo a familias", "con mi patrimonio ya doy a otros"...
  • Qué estás dando de más. No que estás haciendo de bueno.
  • Nada es nuestro todo es prestado y estamos dando de lo que nisiquiera es nuestro. Nos falta conciencia de la justicia.
  • ¿Cuando te encargan algo que no es tuyo, lo cuidas igual, mejor o peor que si fuera tuyo? Esa parte de nuestra psicología no está trabajada para dar frutos de vida eterna y de cara a la construcción del Reino de Cristo; y por eso es injusto porque no son nuestros. Si tú desperdicias lo tuyo allá tú, pero cuando desperdicias lo que es prestado... ¿cómo desarrollar esa conciencia?
  • Estar conscientes de que nada es nuestro, de que todo es prestado. No hay que ir a buscarlo a las Misiones, ahí puede estar el sofisma, pues ahí pago la cuota. Pero el llamado de Cristo es hoy, no en la posada. Sino qué me toca hacer hoy. Impacta que no dice ver a Cristo sino ser justos.
  • Nos quedamos con la parte más contable. Los Mandamientos son la guía. No acabamos de dar el paso. El que viera el manual sería el exitoso. Si los viera como una propuesta.
Casos
  • Cómo la empatía se hace tan difícil. La asistente del Rector de una Universidad y cómo hacen la selección de becas. Ella se queda viuda y ahora que está viuda, ella da cuenta de los errores que han cometido. ¿Cómo a mí o para mí es tan difícil ponerme en tantos casos?
  • Mozo de la casa de Cuernavaca. Engaña a la mujer, la nueva mujer secuestra a la sobrina. Y a él lo meten a la cárcel.
  • Laxitud de conciencia ante muchos casos. Cómo permitimos y convivimos con el mal.

Ver
  • El corazón y el alma se endurecen mucho. Nos acostumbramos a ver la miseria y el sufrimiento en una forma que no me causa ninguna reacción. Pensamos que es normal y que no nos corresponden. Aún cuando nos ponemos en el lugar del otro, entendemos racionalmente y no me causa ningún efecto. Incapacidad del amor resultado de que no amamos; que no cultivamos el amor puro y el que se busca. Aunque estoy ahí no me crea ninguna circunstancia.
  • Va más allá del sentimiento. Hablar de la comprensión y participación. Me llama la atención cuánto me falta para ver al otro; para ponerme en los zapatos del otro. No para reconocer su desgracia sino para compartirla. La causa es nada más vernos a nosotros mismos. El egoísmo.
  • Egoísmo actual. Nos falta salirnos de nosotros. Hay como dos niveles:
  • Además de ver las necesidades, hay que ver a la persona, su entorno, sus circunstancias para poder amarlo. No es sólo filantropía o conciencia social y remediar necesidades. Es ponernos en el lugar del otro en todo momento.

Juzgar
  • Bodas de Canná y la Virgen capta la necesidad y las atiende.
  • Virtudes recomendadas a los miembros del RC: No. 174: Humildad: "Pocas veces se presenta Cristo a sí mismo como modeloode una virtud. Sin embargo, no dudó en presentarse como ejemplo de humildad: Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón. San Pablo por su parte, sintetizando el misterio de Cristo, escribe: Tened los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús quien, existiendo en forma de Dios, no reputó como botín codiciable ser igual a Dios, antes se anonadó tomando la forma de siervo y haciéndose semejante a los hombres; y en la condición de hombre se humilló, hecho obediente hasta la muerte y muerte de cruz. El ejemplo de Cristo ilumina esta virtud y le da sentido y trascendencia, rescatándola de toda falsificación.
  • No. 178: La soberbia introduce también una neta división entre el hombre y su prójimo. El soberbio no puede viir en comunión ni en armonía con los demás; es incapaz de servirles, de colaborar con ellos, de reconocer sus logros, de comprender sus limitaciones y miserias, de perdonar sus faltas. nadie vive tan solo como el hombre soberbio. La soberbia, fruto amargo del egoísmo, es enemiga radical de la caridad.
  • Caso María Magdalena.

Actuar
  • Trabajar la humildad. Más auténticamente para comprender lo que siente y viven los otros.
  • No juzgar.
  • Aprender a escuchar a los demás. A través de ellos Cristo me está queriendo mandar señales. Si no aprendo a escuchar las voz de Cristo en los otros, cómo abriremos nuestro corazón a Él.
  • Hay que provocar: preguntar, cuestionarla, para que se abra.
  • Hay mucha gente deseosa de ser escuchada. Hay que hacernos humildes.
  • Pedir, a través de la oración.
  • Hablar de la humildad con los otros.
  • No. 183: La auténtica humildad cristina no crea espiritus inferiores, ni propicia la falta de entrega a los propios responsabilidades personales, profesionales o sociales. La persona humilde reconoce y agradece con sencillez sus éxitos y talentos, consciente de que son un don de Dios, y se esfuerza por acrecentarlos y desarrollarlos, sabiendo que habrá de dar cuenta de ellos al final de la vida.
  • Ponerle nombre concreto al actuar concreto.

1 comment:

Emilio said...

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